Las Máscaras de Fariseo de Navojoa: Tradición, Arte y Misticismo Yaqui
En el corazón del sur de Sonora, particularmente en Navojoa y sus alrededores, las máscaras de fariseo representan mucho más que una simple artesanía: son el símbolo vivo de una tradición que une la espiritualidad, el arte y la identidad del pueblo yaqui.
Cada Semana Santa, los fariseos —personajes fundamentales en la celebración yaqui de la Pascua— cubren sus rostros con estas enigmáticas máscaras talladas a mano, hechas principalmente de madera de palo fierro, una de las más duras y resistentes de la región. Estas piezas únicas, decoradas con piel de chivo, bigotes de crin de caballo y a veces con detalles como dientes de coyote o colores vibrantes, no solo impresionan por su apariencia, sino también por el profundo significado que portan.
Los fariseos no solo son parte de una danza ceremonial: son guardianes de una cosmovisión. Durante los días santos, recorren las calles, danzan, tocan instrumentos y participan en rituales que simbolizan la lucha entre el bien y el mal, el sacrificio y la redención. Las máscaras les otorgan anonimato, pero también los conectan con lo sagrado.
Visitar Navojoa durante estas fechas es una oportunidad para sumergirse en una de las expresiones culturales más intensas y auténticas del noroeste mexicano. Las máscaras de fariseo no solo cuentan historias ancestrales, sino que también siguen inspirando respeto, curiosidad y admiración por una comunidad que resiste el paso del tiempo manteniendo viva su identidad.